Qué hacer si tienes niños alérgicos en campamentos de verano. Cuando tenemos hijos con alergias cualquier actividad es una preocupación habitual. Siempre está presente el miedo a una crisis o a una reacción importante. ¿Qué tener en cuenta para ir de campamento si mi hijo tiene alergias?.
- En primer lugar, es tener claro que bastante tiene el niño o niña con tener una alergia para que esto le limite en cualquier actividad. No debería haber problema en que acuda a la mayoría de campamentos de verano, igual que acude al cole. Hay que tener precauciones añadidas pero no miedo.
- En segundo lugar, hay que comprobar que se reúnen las condiciones necesarias para que el niño pueda ir. Dependiendo de la alergia habrá algunos campamentos de verano en los que no se puedan cumplir por diferentes motivos. También puede ocurrir que las principales actividades a realizar estén desaconsejadas.
Por ejemplo, no tiene sentido que un niño se apunte a un campamento de hípica si tiene alergia al caballo. No cabe duda que tiene difícil solución, pero tiene mil campamentos más.
De forma general, en este otro artículo se explica lo que hay que saber para elegir un campamento de verano. Aquí nos referiremos exclusivamente a lo que afecta a los niños alérgicos en los campamentos.
Atención: Que no se nos olviden los monitores, coordinadores y resto de personal.
Índice de Contenidos
- 1 Es muy habitual tener niños alérgicos en campamentos de verano.
- 2 ¿Qué es diferente para los niños alérgicos en campamentos?
- 3 ¿Qué debo comprobar con los responsables del campamento?
- 4 ¿Qué tengo que hacer con mi hijo alérgico con respecto a la organización del campamento?
- 5 ¿Hay alguna señal que de que el niño alérgico pueda estar teniendo una reacción?
- 6 ¿Qué preparar para los niños alérgicos en el campamento?
- 7 Niños alérgicos en campamentos de verano específicos.
Es muy habitual tener niños alérgicos en campamentos de verano.
Por suerte o por desgracia, el aumento importante de las alergias en los niños hace que sean normales en el día a día de un campamento. Hace 20 años nadie sabía cómo manejar bien los productos sin gluten y hoy es casi una rutina.
Según la SEICAP (Sociedad Española de Inmunología Clínica, Alergia y Asma Pediátrica), un 20% de los niños sufren alergias, el 10% asma y 3%- 8% tienen alergias alimentarias.
Los listados de niños alérgicos en los campamentos cada día son más extensos y variados, por lo que estamos acostumbrados a su manejo. Aunque existen alergias de lo más inusuales, como alérgicos al colorante rosa o al césped de piscina. Otras, como las picaduras de insectos son imprevisibles y hay que tenerlas siempre presentes.
¿Qué es diferente para los niños alérgicos en campamentos?
Normalmente nada especial más allá de tomar determinadas precauciones según la alergia.
- Menús especiales para las alergias alimentarias.
- Si hubiera alguna actividad concreta del campamento que no puede hacer, podría ir a jugar con otro grupo mientras tanto. En el caso de que la alergia fuera mínima, a veces un antihistamínico lo resuelve.
- En niños diabéticos, por ejemplo, tendrán que llevar una rutina de control cada cierto tiempo para nivelar su glucosa.
- Los niños asmáticos, deberán tener los inhaladores disponibles siempre (y también su monitor).
- Niños alérgicos a los ácaros. Una limpieza especial y ventilación.
- Etc.
¿Qué debo comprobar con los responsables del campamento?
Aunque suele ser un tema conocido que hay que verificar:
- Que las personas del campamento conozcan la alergia en concreto y sus IMPLICACIONES. De lo contrario hay que explicarla muy claramente (luego ampliaremos este punto).
- Que se tengan protocolos de prevención y de actuación en casos de emergencia.
- Si es una alergia alimentaria estos protocolos son más extensos. Hay que comprobar el producto, la contaminación cruzada, cómo se sirve el comedor etc. Además, es especialmente importante en un campamento de verano centrado en la cocina o sí realizan actividades con alimentos. Por ejemplo, actividades de repostería, supervivencia o incluso, si se premia con chuches. En este otro artículo hablamos en detalle de las alergias alimentarias e intolerancias en los campamentos y su funcionamiento.
- ¿Cómo funcionan las medicaciones en el campamento?. Quién custodia el botiquín, como se administran y cómo se controla en las excursiones fuera de la instalación. En nuestro caso se encarga el coordinador de hacer el botiquín con lo que tiene que llevarse a cada excursión. Además cada monitor con niños alérgicos repasa como medida de comprobación. A veces se requiere nevera y hay campamentos que por su naturaleza no la pueden tener, como un campamento itinerante de montaña.
- ¿Hay ambulatorio cercano? ¿Hospital?. Sobre todo si la alergia es fuerte debería estar próximo al campamento. Con menor frecuencia hay niños que tienen auto inyectables de adrenalina para casos de urgencia. ¿Se sabe administrar?.
¿Qué tengo que hacer con mi hijo alérgico con respecto a la organización del campamento?
Si bien, una organización con experiencia habrá manejado la mayoría de las alergias no todas son iguales ni producen la misma reacción. Cada niño, cada alergia y la reacción que produce es diferente.
A lo largo de más de 40 años nos hemos encontrado con niños con alergias fuertes al simple contacto y otros que ni sabían que eran alérgicos. Este último caso es muy típico en los niños celíacos que lo descubren por casualidad.
En general, todas las organizaciones de campamentos recabamos datos de la misma manera. Entrevista y hoja de inscripción.
Entrevista con la organización.
Es fundamental explicar claramente cualquier enfermedad o alergia a la organización. Todos necesitamos tener la tranquilidad de conocer todo lo que un niño alérgico en el campamento necesita o debe evitar. Sin duda, hay que preguntar y explicar las veces que haga falta. Tanto por parte de los padres como de la organización.
Por parte de la organización tienen que estar informados tanto los responsables como, al menos, las personas que estarán directamente con el niño o niña.
En nuestro caso, compartimos los listados de alergias completos entre todo el equipo y personal. Es mucho más sencillo y además, cualquier persona del equipo puede consultarlo en un momento dado. Explicamos los casos más importantes y a quién dirigirse. En un campamento de verano, siempre hay circunstancias imprevistas. Podría tener que quedarse en cama su monitor por encontrarse mal, estar en un gran juego o velada, cambiar de grupo para alguna actividad etc.
Hoja de inscripción del campamento. Rellenar bien el apartado de alergias.
En la hoja de inscripción habrá un apartado en el que indicarlo. Es vital rellenarlo completamente. Llegar a la salida y dar indicaciones que no estén en la ficha son una opción exclusivamente para cuestiones de última hora. Hay que entender que de las fichas se hacen listados, se repasan varias veces y las tienen los responsables y los monitores.
Sin embargo, los niños con alergias más complicadas requieren más información de la que cabe.
Hay algunas alergias en los que puede no ser necesario, la organización del campamento te lo dirá. Especialmente si son convencionales (celíaco, polen primaveral, lactosa etc). Pero aun así, hay que especificar muy bien. Por ejemplo, en alergias a los frutos secos hay niños que toman habitualmente productos con trazas. Hay otros niños con alergias a la lactosa que toman lácteos pero no un vaso de leche.
Si no se concreta, como es lógico, a ese niño no se le dará absolutamente nada relacionado.
¿Hay alguna señal que de que el niño alérgico pueda estar teniendo una reacción?
En muchos casos los niños alérgicos en el campamento tienen experiencia y saben que por ejemplo, les pica la lengua. Muchos lo controlan ellos mismos, pero no basta con confiar en el niño.
Otras veces surgen ronchas, dolores intestinales o algún síntoma típico.
Si se dispone de esa información hay que informar al campamento para que lo sepa su monitor y el responsable. De esta manera se puede actuar rápidamente en caso necesario.
¿Qué preparar para los niños alérgicos en el campamento?
En primer lugar un botiquín con TODO lo que pudiera utilizar o necesitar. Inhaladores, antihistamínicos, adrenalina en casos graves, etc. En concreto, nosotros indicamos a los padres y madres que indiquen igualmente en cada medicamento cantidades y tomas. También es importante indicar si es de toma habitual o «por si acaso».
Si el medicamento requiere conservarse en frío, la opción más práctica es usar unas tarteras preparadas para mantenerlo durante el periodo que dure el transporte. Nada más llegar hay que meterlo directamente en la nevera.
El hecho de que el niño alérgico lleve tiempo sin mostrar síntomas no significa que no los pueda mostrar durante el campamento. Un caso típico son los niños con alergias al polen cuando la polinización se retrasa.
También hay medicamentos que hay que llevar en cantidad o por duplicado. Un inhalador por ejemplo, que llevara el niño si es mayor y otro para el monitor. Hay que seguir el principio básico de que no podemos confiar en el niño o niña por mayor que sea. Un despiste lo puede tener cualquiera.
Niños alérgicos en campamentos de verano específicos.
Hay determinadas alergias en las que hoy por hoy, las organizaciones no podemos llevar niños alérgicos en campamentos convencionales.
Son pocas personas pero las hay. Principalmente si la supervisión es muy compleja para el funcionamiento del campamento, la gravedad de la misma o si requiere de algún tipo de aparatos médicos especiales. En ocasiones, depende también de la edad o desde cuando la padece. Muchos niños y niñas más mayores controlan perfectamente la situación pues llevan conviviendo con ello toda la vida.
Aunque no sea una alergia utilizaremos el ejemplo de un niño diabético porque es un ejemplo típico.
- Una diabetes estándar no suele ser complicada.
- Una diabetes que haya que controlar varias veces al día, normalmente tampoco.
- Un niño o niña que debe llevar un control total en todo momento, habría que valorar si podría seguir el ritmo de funcionamiento de un campamento convencional.
No hay que olvidar que el ritmo de actividad en un campamento es mucho mayor que en su vida cotidiana.
Sin embargo, suele haber asociaciones y fundaciones que organizan campamentos específicos para niños alérgicos que requieren un control muy exhaustivo. También para los casos en los que se requiere una formación específica para poder tratarlos.
Para estos casos tan complicados es la opción que dará mayor tranquilidad a los padres y evitar que los niños alérgicos no puedan ir de campamento. Desde luego, lo que no se debe tener es miedo.
Como ha ocurrido con todo en la Sociedad, siempre tendremos pendiente seguir avanzando para poder incluir y normalizar. Lo ideal sería que pudieran disfrutar todos los niños alérgicos en los campamentos por igual.
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