Cómo preparar a tu hijo para un campamento de verano

En general, puedes empezar a preparar a tu hijo para un campamento de verano a partir de los 6 u 8 años, dependiendo de la madurez de cada uno. Con menos edad, pueden ir a una escuela de verano o campamento urbano de día.

El primer campamento de verano de tu hijo puede ser una experiencia emocionante y desafiante al mismo tiempo. Desde las nuevas amistades hasta los desafíos físicos y emocionales, hay muchas situaciones nuevas a las que enfrentarse en un campamento. Es precisamente eso, el salir de su zona de confort, lo que le va a permitir crecer y madurar.

Es normal que pueda asustar en principio para la mayoría de los niños no tienen problema alguno. Sin embargo, con la preparación adecuada, puedes ayudar a tu hijo a sentirse más cómodo y seguro a la hora de ir al campamento. Sin duda, adelantarse a las situaciones reduce mucho la inseguridad e incertidumbre.

A continuación, te presentamos 15 consejos prácticos sobre cómo preparar a tu hijo para su primer campamento de verano.

Cómo preparar a tu hijo para un campamento.

COSAS QUE PENSAR Y PREPARAR CON TU HIJO.

1.- Haz que tu hijo se involucre en la elección del campamento.

Si tu hijo tiene una opinión en la elección del campamento, es más probable que se sienta emocionado y comprometido con la experiencia. Ayudará también a filtrar y ajustar mejor sus gustos y afinidades. Además de conocer lo que va a hacer, habrá formado parte de la elección.

2.- Investigad juntos sobre el campamento.

Averigua todo lo que puedas sobre el campamento antes de inscribir a tu hijo. Hablad con otros padres y amigos que hayan enviado a sus hijos al mismo campamento y aseguraos de que la ubicación, las actividades y el personal sean adecuados para tu hijo. Podéis ver fotos de otros años en la web y en ocasiones, existe la posibilidad de visitarlo con anterioridad.

En definitiva, que se vaya haciendo una idea de todo lo que va a encontrar va a reducir la incertidumbre.

3.- Enséñale a cuidar de sí mismo con cierta autonomía.

Ayuda a tu hijo a practicar hacer cosas por sí mismo, como preparar su cama, preparar y organizar su ropa o incluso, su propia comida. Explícale cómo mantenerse limpio y saludable en el campamento, incluyendo cómo lavarse las manos o los dientes y cuidar de su higiene personal.

Todo ello, le hará verse capaz de realizar cosas sin depender totalmente de un adulto y prepararse para ir de campamento.

4.- Ayuda a tu hijo a sentirse cómodo durmiendo fuera de casa.

Si nunca ha dormido fuera de casa antes, que no sea el campamento la primera vez que lo hace. Normalmente ya habrá ido con el colegio pero por ejemplo, puedes hacer que se quede en la casa de un amigo o pariente un fin de semana.

Cuanta más experiencia tenga de dormir fuera más fácil le será cada vez y no notarán mucho el cambio.

5.- Ayúdale a estar preparado para el clima y el entorno.

Especialmente, cuando el campamento se lleva a cabo en una zona con un clima muy diferente al de su hogar. Asegúrate de que tenga la ropa y el equipo adecuados y que lo tenga presente. Por ejemplo, una persona acostumbrada a un clima muy caluroso no tendrá costumbre de llevar un abrigo o chubasquero por si acaso.

Del mismo modo, en caso de que no haya salido nunca a la naturaleza podría ser interesante hacer alguna salida al campo para no notar tanto cambio. Las plantas, los animales y bichos o la naturaleza en general se aprecian por habituarse a ello.

6.- Enséñale lo que necesitará y haced la maleta juntos antes del campamento.

Cómo tener organizada la maleta, qué materiales son necesarios (cantimplora, protector solar etc.) o saber dónde poner cada cosa. Así se le facilita el cuidado de sus pertenencias.

Conviene que tenga un listado con las cosas que va a llevar y tener marcada la ropa y/o objetos para minimizar pérdidas. Normalmente, el campamento facilita un listado con el que saber que cosas hay que incluir.

No incluyas nada de valor ni las mejores ropas puesto que pueden estropearse al hacer las actividades.

7.- Reduce su uso de la tecnología de forma paulatina.

Este consejo es universal se vaya o no de campamento. Pero además, en un campamento no se permiten dispositivos para jugar (móviles, videoconsolas etc.) pues son contrarios a la filosofía del mismo. En todo caso, puede tener posibilidad de utilizar el móvil para llamar pero de forma puntual.

Si tu hijo es de los que está todo el día con pantallas, es mejor irlas retirando poco a poco antes del campamento sustituyendo ese tiempo con otra actividad.

COSAS QUE HABLAR PARA PREPARAR A TU HIJO PARA EL CAMPAMENTO .

8.- Habla con tu hijo sobre el campamento y si hay algo que le preocupa.

Explícale qué puede esperar de la experiencia y qué se espera de él en términos de comportamiento y participación. Es bueno que exprese si algo le preocupa y que haga todas las preguntas que considere pues eso siempre reducirá la incertidumbre. Por ejemplo, como se actúa en caso de no saber nadar o hacerse pis por la noche.

Si tu hijo tiene necesidades alimentarias especiales, alergias o requerimientos médicos, asegúrate de que el personal del campamento esté al tanto de estas necesidades y sepa cómo manejarlas. Pregunta al campamento y explícale cómo funciona o qué tiene que hacer.

9.- Motívale con las diferentes actividades del campamento.

Sin duda, habrá alguna actividad que no haya realizado antes, como la equitación, piragua o escalada. Ayuda a que se sienta cómodo y confiado para las nuevas experiencias antes de llegar al campamento. Además, le ayuda a centrarse en lo positivo de estar en un campamento y no en lo que le falta (videojuegos, sus juguetes etc.).

10.- Motiva a tu hijo con que va a divertirse y a hacer amigos.

Recuérdale que el campamento es una oportunidad única para conocer gente nueva y hacer recuerdos que durarán toda la vida. Al convivir 24 horas fuera de casa todas las emociones están intensificadas – buenas o malas – .

Si es necesario, practica habilidades sociales, como presentarse a nuevos amigos y conversar con adultos.

11.- Explícale cómo manejar la posibilidad de que le entre nostalgia con naturalidad.

Sentirse triste o tener nostalgia, es algo normal en algunos niños al principio y se debe tomar como algo natural y con confianza. Sin duda, una parte vital del campamento es manejar los sentimientos de nostalgia para disfrutar plenamente de la experiencia.

Debe entender que forma parte del proceso y que no significa que no quiera estar ahí, simplemente que es normal y que si ocurre, pronto se adaptará. A los niños les decimos que nosotros también echamos de menos a nuestras parejas, padres o hermanos pero que eso no nos impide poder hacer muchas otras cosas. No es buena idea prometer que se le irá a buscar si quiere, pues le dará inseguridad y le transmitirá falta de confianza en su capacidad de adaptación.  

12.- Explícale a tu hijo que debe consultar con los adultos del campamento.

Anima a tu hijo a hablar con los monitores o el personal del campamento si tiene nostalgia, alguna pregunta o preocupación. Debe entender que esas personas están allí para atenderle y solucionar cualquier problema o necesidad que pueda surgir.

Así le quedará claro que no está solo, sino que durante ese tiempo otras personas se encargarán de él y que están acostumbrados a hacerlo.

13.- Habla con tu hijo sobre la seguridad en el campamento.

Asegúrate de que entienda las reglas de seguridad, las normas de comportamiento y cómo evitar lesiones. Transmítele también la importancia de cumplir todas las normas y hacer caso a todo lo que digan los monitores del campamento.

14.- Enséñale a ser un buen compañero de grupo y de habitación.

Explícale cómo respetar la privacidad, los espacios y las necesidades de los demás en su tienda, cabaña o habitación. Debe saber que las cosas son de cada uno y debe velar por el cuidado de las mismas, propias y ajenas.

Sin duda, en un campamento se funciona en grupo y favorecer la convivencia es parte de la preparación para el campamento.

En resumen, preparar a tu hijo para su primer campamento de verano puede parecer una tarea abrumadora, pero con los consejos prácticos anteriores, puedes ayudarlo a sentirse cómodo y seguro para ir al campamento.

Probablemente es una cuestión de tener miedo a lo desconocido, así que asegúrate de hablar sobre lo que puede esperar del campamento y dar tranquilidad emocional. Con una mínima preparación, podrá disfrutar plenamente de su primer campamento de verano y crear recuerdos que durarán toda la vida.

Consideraciones finales. Cómo prepararse para que tu hijo vaya de campamento.

Y por último, LOS PADRES TAMBIÉN TENÉIS QUE ESTAR PREPARADOS. Pasaréis también por situaciones de miedos y sensación de vacío en casa, así como de tiempo libre extra que habrá que saber gestionar. Es más, no sería raro que los que lo pasen peor sean los padres y madres. 😉

Principalmente, debéis estar tranquilos. Es normal tener también dudas y cierta preocupación pero no hay que olvidar que estará en buenas manos. Todo el equipo es profesional y con experiencia para manejar cualquier situación y la inseguridad, ansiedad o miedo se la transmitiréis a los hijos. Puede parecer un mal trago pero es una de esas experiencias vitales que merecen la pena.

Es buen momento para disfrutar en pareja en unas vacaciones o sencillamente, tener tranquilidad en casa.

Además, realmente, casi deberíamos pensarlo al revés. Un campamento de verano sirve para ir preparándose para la vida y los niños y niñas han demostrado en muchas ocasiones su capacidad de adaptación. Por ejemplo, la pandemia demostró que su adaptación es mucho mejor que la de los adultos.

Lo mejor que podéis hacer para preparar a vuestro hijo para un campamento es apoyarle, animarle y darle confianza en que todo va a salir bien.

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